Comentario
La viuda en la India sufre una posición difícil: ha perdido su principal referente realidad social, pues su posición venía determinada por la de su marido, al que se debe. Obligada a llevar un sari blanco, generalmente le está prohibido contraer un nuevo matrimonio.
Tradicionalmente, y de forma especial en la India rajput (un conjunto de 36 clanes guerreros establecidos en el norte y oeste de India, en el actual Rajasthan), las viudas de esposos importantes debían arrojarse a la pira funeraria, para ser quemada junto con el cadáver de su marido. Este ritual, llamado sati o suttee, fue prohibido por los ingleses en 1829, aunque actualmente todavía se da de manera ocasional, singularmente en Bengala y Rajasthan.
La esposa que se arroja al fuego gozará de mucha honra tras su muerte, siendo tenida por virtuosa y devota fiel de su marido. El origen de esta costumbre está en un mito antiguo según el cual Sati, esposa de Shiva, se arroja al fuego al no poder vivir separada de él, como pretende su padre mediante infamias. Este relato exhibe, pues, un modelo de comportamiento femenino en el que la mujer desempeña un papel subordinado al marido, cuyo destino debe compartir incluso tras la muerte de aquél.
Otra forma de sati es el jauhar, un suicidio colectivo llevado a cabo por las mujeres de los vencidos en combate, especialmente si los vencedores son islámicos.